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DOLOR CRÓNICO

Dolor en las articulaciones

Nuestro organismo,  es una compleja maquinaria del movimiento, y puede verse afectado por cambios mecánicos que desencadenan señales de alerta en nuestro cerebro. Estas señales, frecuentemente manifestadas como dolor, actúan como un sistema de alarma ante posibles riesgos y nos impulsan a buscar la restauración.

Sin embargo, aquí reside el enigma: en algunas ocasiones, el dolor persiste más allá de su propósito inicial. Nuestro cerebro, en un acto de protección excesiva, continúa enviando mensajes de alerta incluso cuando el peligro ha cesado. Este "falso positivo" puede crear una percepción errónea de daño continuo, limitando nuestra función y calidad de vida.

Este fenómeno, conocido como kinesifobia, puede convertirse en un obstáculo formidable. Nos encierra en un ciclo en el que el movimiento se vuelve temido, generando un impacto significativo en nuestra actividad diaria.

Superar este estado requiere una intervención inteligente. Se trata de enseñar a nuestro cuerpo a reconocer la seguridad en el movimiento nuevamente. La reeducación de los patrones de movimiento disfuncionales y la restauración de la confianza son fundamentales para liberarnos de la atadura del dolor crónico.

Así que, si buscas la posibilidad de recuperar la plenitud del movimiento y aliviar el dolor persistente, te invitamos a explorar este enfoque terapéutico. Rompe el ciclo, desafía tus límites y descubre la libertad que yace más allá del dolor percibido.

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